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TÉRMICAS - ACÚSTICAS - CONTROL SOLAR - AHORRO

TÉRMICAS

En invierno el buen aislamiento térmico de la superficie vidriada de una ventana tiene una importancia fundamental, dado que disminuye significativamente la pérdida de calor de calefacción hacia el exterior frío, aumentando la sensación de confort.

La capacidad de aislamiento térmico de una ventana está dada por la capacidad de aislación del vidrio por ser éste el que tiene la superficie predominante. Utilizando D.V.H. pueden emplearse superficies vidriadas de mayores dimensiones sin comprometer el confort ni el consumo de energía de climatización de un edificio o una vivienda.


ACÚSTICAS

Empleando D.V.H. compuesto, por ejemplo, por dos vidrios de 4 mm de espesor se obtiene un mejor aislamiento acústico que el que se obtendrá con un solo vidrio de 4 mm. La masa o peso de los vidrios adquiere una importancia fundamental cuando el objetivo es aumentar la capacidad de aislamiento acústico de una ventana.

El poco espesor - de 6 a 12 mm - de las cámaras de aire utilizadas en la manufactura de D.V.H. no tiene la misma influencia para atenuar el paso del ruido que para impedir el paso de calor. Para que una cámara de aire tenga un valor muy elevado de aislamiento acústico, su espesor debe tener no menos de 100 mm de ancho.


CONTROL SOLAR

En verano el D.V.H. impide que calor del aire exterior ingrese al ambiente interior, más fresco, de un edificio o una vivienda. Sin embargo, para que el D.V.H. sea eficiente en el período estival deberemos disminuir el calor solar que atraviesa el vidrio por radiación debido a su condición de material transparente.

Esto puede obtenerse empleando dispositivos de sombreado tales como persianas, aleros, parasoles, cortinas, etc. o bien reemplazando el vidrio incoloro exterior del D.V.H. por un vidrio de control solar, coloreado en su masa y/o revestido con una capa reflectiva.


AHORRO

Las pérdidas y ganancias de calor a través de las superficies de ventanas constituyen no menos de un 20% de las pérdidas totales de energía de un edificio. Cuando el cerramiento es una piel de vidrio dicho valor aumenta de modo muy significativo. Empleando D.V.H. se disminuyen dichas pérdidas a menos de la mitad, con la consiguiente reducción de consumo de gas y/o electricidad y por reducción de la potencia de los equipos de climatización.

Adicionalmente, el mayor ingreso de luz natural a través de grandes superficies vidriadas también contribuye a reducir el consumo de energía para iluminación.